Jocelyn Concha, cuartelera y piloto de autos de carrera: “(la competencia) me libera del estrés, de la rutina, de todo”

01Dic 2021

El mundo tuerca se transformó en pasión gracias a su esposo, el también cuartelero Sergio Valenzuela, quien competía en velocidad antes de conocerla.

Jocelyn Concha vive la vida a mil por hora. Y no es ninguna exageración.

Aparte de ser Cuartelera de Comandancia en el Cuerpo de Bomberos Metropolitano Sur, pilotea autos de carrera. Tal como lo lee.
El mundo tuerca se transformó en pasión gracias a su esposo, el también cuartelero Sergio Valenzuela, quien competía en velocidad antes de conocerla.

Así lo cuenta Jocelyn: “Él vibraba con esto. Si bien yo no iba, cuando dejó de correr vi las fotos y los videos de los piques. Por ahí empezó a interesarme el tema. Después, yo misma tomé la iniciativa de ir al Autódromo de Curacaví. Y como tenemos a un amigo en común, así comencé. Y claro, me gustó de inmediato al automovilismo en tierra, aunque es una actividad cara. Fácilmente, ya me he gastado algunos millones de pesos… pero así es cuando a uno le gusta algo, qué le vamos a hacer (ríe)”.

Entrando en materia, Jocelyn nos cuenta que “se compite en distintos niveles. Está la Senior (pilotos antiguos), Ladys (mujeres), Fiat 600, Promocionales, Estándar, Fiat 147 y una infinidad más. Yo estoy en la categoría Nissan V-16, Ladys”.

“El auto lo compré barato, porque estaba de baja. Desde que lo enchulé le puedo sacar más de 130 km/hora en una recta, que es de 400 metros aproximadamente y en un tiempo de 3 o 4 segundos”, explicó.

“Es súper amateur en algunas cosas, pero son clubes bien organizados. Uno es el Autódromo Humberto Garetto de El Tabo (Región de Valparaíso), el que te mencionaba de Curacaví y el Pyt’s Park de Valdivia de Paine (Buin, Región Metropolitana)”, comentó la profesional del volante.

Como en otras áreas que, históricamente, fueron dominadas por hombres, ahora las mujeres suman presencia detrás del volante.

“Primero empezamos en Curacaví, después nos fuimos a El Tabo, donde somos 22, y terminamos en Buin. Así nos hemos ido ampliando. Cada vez hay más niñas que se atreven. Somos hartas. Por mi parte, tengo trofeos de tercer, cuarto y quinto lugar. El último fue en el Pyt´s Park”, comenta.

“Por mi trabajo –personal rentado, cuartelera de comandancia- no me queda mucho tiempo para practicar -admite-, pero sagradamente una vez al mes voy al autódromo. Mi marido volvió a las carreras y también compite, así que practicamos juntos”, añade Jocelyn Concha.

“Para mí esto es un escape. El trabajo que yo tengo es de mucha presión y con los autos y la velocidad me libero del estrés, de la rutina, de todo. Además, me ayuda a estar concentrada y me ha servido en la pega e incluso antes de llegar al cuartel”, concluyó.

Vida, trabajo y hobby en pareja. Y si es acelerando juntos, mejor todavía.