Ser bombera en el Día de la Madre: entre las tareas familiares y la vocación de ayudar a la gente

08May 2022

Cuatro voluntarias se refieren a lo complejo que involucra compatibilizar el tiempo entre las obligaciones maternales y familiares y la vocación de servicio público que aplica incluso en las celebraciones del Día de la Madre.

Este domingo 8 de mayo es el “Día de la Madre”, sin duda alguna, uno de los momentos más especiales del año por todo lo que implica homenajear, acompañar y consentir a nuestras mamás por todo lo que han hecho por nosotros.

Para las mamás que son bomberas también, sin duda, es significativo estar en familia durante estos festejos; igualmente para las hijas bomberas, que deben lidiar con los temores de sus madres, ante cada llamado de emergencia, que las obliga a salir de sus casas, muchas veces en horarios extremos.

Honestamente es complicado (ser madre y bombera)”, admite la directora de la 2ª Compañía “Bomba Lo Espejo” del Cuerpo de Bomberos Metropolitano Sur, Victoria Balboa. “Los hijos demandan. Tienes que coordinar tu trabajo de la casa y de la bomba y la pega como mamá. Pero, en mi caso, cuando me ven con el uniforme o saben que eres la directora y me preguntan: ‘¿tú eres la jefa?’, definitivamente es maravilloso (ríe)”.

A mi hijo le gustan mucho los bomberos y mi marido también es bombero (Jhon Vera, de la 1ª Compañía del CBMS), así que el niño está súper entusiasmado con la bomba y entiende que tengo reuniones y que debo ir a algunas cosas. Todo es intercambiable en todo caso. Después de ir a una reunión es una obligación que cuando llegue a casa lo regalonee. Ahí se compensa, sobre todo cuando me pide ir al cuartel y se pone la polera de la 2ª. Eso es genial”, enfatiza la máxima autoridad de la “Bomba Lo Espejo”.

En una óptica similar, la integrante de la 6ª Compañía, Daniela Oñate, relata que de los doce años que lleva de servicio, nueve han sido de madre, “por lo que me ha costado bastante el tema de compatibilizar los horarios de los bomberos, de la casa y de mis estudios”.

Una se da el tiempo de venir a la bomba y estar con mi hijo, que ha pasado todo el período conmigo desde que soy bombera. Y como gracias a Dios mi pareja también es de la 6ª (Ismael Valenzuela), entre los dos nos turnamos y hacemos guardia. Cuando el niño era más chiquitito también nos ordenábamos para apoyarnos. Nosotras, en el CBMS, hasta cumplido el primer año de maternidad no podemos venir a la Compañía, pero superado ese tiempo tenemos que asistir como bombero activo”, explica la voluntaria.

¿Presiones familiares? Obvio, todo el rato. “Mi hijo es equitativo con el cariño de hacia su mamá y su papá, pero cuando vengo con mi marido a la bomba, el niño me empieza a llamar a mí y me dice: ‘¡mamá, vente, que me quiero acostar!’ (ríe). Me espera hasta tarde… son cosas que le tocó vivir y que ha ido viendo. He tenido aniversarios donde he tenido que traerlo para que comparta. Igual ayuda el que yo venga de familia de bomberos. Mi padre fue voluntario en la 6ª, así que mi hijo se acostumbró a este ambiente bomberil”, reflexiona Daniela Oñate.

Pero no siempre sucede eso. La secretaria de la 4ª Compañía del Cuerpo de Bomberos de Cauquenes, Victoria Muñoz, de visita en Santiago, cuenta que “para nosotras como voluntarias es súper complicado. La labor que cumplimos de apoyo a la comunidad es súper importante y a veces nuestros papás no lo entienden. Para ellos, que están descansando, suena la sirena y nosotros tenemos que salir… hay cenas importantes, cumpleaños e incluso en el ‘Día de la Madre’ donde salimos a ayudar a la gente”.

De igual forma, nuestras madres son un pilar fundamental en la decisión que tomamos para poder ingresar a Bomberos. Igual cuando llego a la casa de vuelta de un llamado y veo la cara de mi madre, tengo que pedirle disculpas, pero también le pido que se imagine que puede ser nuestra casa la que se está quemando. Y ahí me dice que tengo razón y que se pone egoísta, pero yo me pongo en el lugar de ella”, añade la joven bombera.

Mi hijo chico ama que vaya a la bomba y que yo esté ahí, pero la más grande ya empieza a reclamar que me la paso en la bomba, que suena la ‘paila’ y me voy y que la dejo sola, por qué me la llevo para allá y la hago esperar. Es complejo a veces”, reconoce -en tanto- la bombera de la 1ª Compañía de San Pedro de Atacama, María José Silva.

Aunque hay presión de los niños, una mujer se maneja bien haciendo de todo, se da el tiempo para todo, ser madre, bombera, trabajar y salir adelante”, concluyó la bombera atacameña.

No hay mejor resumen que este: ¡Feliz Día de la Madre!