Carros de antaño: MX-2 de Bomba Lo Espejo, la valiosa “corchetera” sorpresa

Con la historia de esta máquina, iniciamos un recorrido por los emblemáticos carros del Cuerpo de Bomberos Metropolitano Sur. Ahora te contamos la historia de esta famosa máquina MX-2, que lleva casi cinco años sin uso. Los problemas en el embrague y la falta de piezas para un carro que es considerado como antiguo han dilatado en exceso su vuelta a la acción.

Luego de décadas de funcionamiento en el corazón de Lo Espejo, la 2ª Compañía de Bomberos Metropolitano Sur (fundada 1 de marzo de 1942) decidió potenciar su trabajo en altura con instrumental específico.

Para estos efectos, los voluntarios de esta unidad, liderados por el entonces Capitán Fredy Bravo González, salieron a buscar un camión de Chilectra (hoy Enel) con el objetivo de refaccionarlo para las labores de extinción de incendios.

“Un compañero me dice que en La Parroquia con Av. Santa Rosa (paradero 18), hay unos carros bomba. Fuimos allí y empezamos a buscar y entre la hojalata que había encontramos una mecánica”, relata el Miembro Honorario del CBMS.

El dueño era un señor Miroslav, empresario alemán avecindado en Chile, que quería invertir en limpieza de vidrios en el centro de Santiago y que importó desde China diversos lotes de metales en containers, donde venía una máquina marca Mitsubishi, modelo Fuso, fabricado en 1985. Pero, como las calles capitalinas eran muy estrechas para el ancho de la máquina, se tuvo quedar con el vehículo, “por lo que decidió dejarlo en medio de los cachureos”, recuerda don Fredy.

“Él nos dijo que podíamos venir a verla cuando quisiéramos. A los dos días, él mismo nos llamó y junto a varios bomberos partimos al lugar. Y cuando llegamos, la tenía limpia, armada y con el brazo levantado. Y la verdad, yo quedé con la boca abierta del impacto, porque era nuestro sueño. Nos subimos al carro y empezamos a hablar de precios”, prosiguió el ex capitán.

El valor de venta que entregó Miroslav fue de siete y medio millones de pesos. No era excesivamente alto, pero aparecía el problema de siempre, el económico. “Le dije al caballero que no teníamos ni uno para pagar. ‘¿Qué hacemos? ¿La podemos filmar o sacar fotos para presentarle un proyecto a la municipalidad?’, le pregunté. ‘No’, me contestó. Me llevó a su oficina y me dijo en privado: ‘capitán, aquí tiene las llaves, los papeles y la documentación. Llévesela y en un mes más me la trae y ahí conversamos y me cuenta cómo le ha ido’”, narra el bombero con 43 años de servicio.

“Eso fue el 7 de diciembre de 1998. Ese mismo día la trajimos al cuartel y el entusiasmo que generó fue grande. Después empezamos a trabajar para juntar la plata. Él pagaba la trasferencia, así que con harto esfuerzo y compromiso de la Compañía salimos a la calle y caminamos harto con la ‘campaña de la luca’. También hicimos varios eventos, hasta que en cuatro meses logramos juntar la plata. Mes a mes le llevábamos a don Miroslav un millón y tanto hasta completar el monto. Por lo tanto, podemos afirmar que la máquina es enteramente de los bomberos de la 2ª”, recalca con orgullo y satisfacción.

“Es un carro muy bonito, tenía su gracia, le decíamos la ‘corchetera’ (por la forma que toma al desplegarse en las emergencias)”, acota el Director Honorario de la “Bomba Lo Espejo”, Víctor Hugo Concha. “Es veloz, elegante y para trabajar con el brazo es bien rápido. Yo era operador y lo ocupábamos mucho en los rescates de torres de alta tensión. Es un vehículo complicado eso sí. La caja de cambios es bruta, no es sincronizada, tiene los cambios al revés y la dirección es mecánica, no hidráulica”, explica.

Don Fredy Bravo destaca que “esta máquina es excelente y prestó un gran servicio. En los incendios del Hospital Barros Luco, Pizarreño, el químico de San Bernardo, Quilicura y bastantes áreas de la región fue requerida oportunamente. Es más, si estuviera funcionando en estos momentos andaría bien, porque perteneció a la 1ª Compañía del Cuerpo de Bomberos de Hong-Kong”.

Vaya dato.

“Fue el primer ejemplar mecánico del CBMS que tenía su propio cuerpo de bomba. Nosotros llegábamos a un incendio y se conectaba al grifo no más. No necesitaba de alimentación de otra bomba, porque se autoabastecía sola. Se podía trabajar de forma autónoma”, detalla.

La parte triste de esta historia es que la famosa MX-2 lleva casi cinco años sin uso. Los problemas en el embrague y la falta de piezas para un carro que es considerado antiguo, han dilatado en exceso su vuelta a la acción.

“Hubo una reparación del embrague, pero el conductor que había no lo supo manejar bien. Por lo tanto, lo quemó. Ha pasado tiempo, pero yo ofrecí arreglarlo. Si bien es un carro que no tiene mucho kilometraje, si falla una pieza que no está en el mercado es complicado hallar los repuestos. Son piezas de material mayor bien longevas que las fabricaban para que duraran harto. Creo que por seguridad del trabajo bomberil lo pondrían operativo para ciertas cosas antes de quedar como pieza de museo”, lamenta don Víctor Hugo Concha.

“Lo único que necesita esta máquina es un disco de embrague. Un cuartelero me dijo que es una pieza vieja que podríamos sacar de un camión que tenga las mismas características del carro, que engancha el motor para que funcione el brazo. La habían encontrado en Chile, pero no tuvimos los recursos para comprarla”, se lamenta Bravo, quien asegura que “por la antigüedad estos carros ya no deben estar en servicio. Son reliquias, aunque como todas las cosas, cuando se les sobre exige igual funcionan (ríe). Podría andar un par de años más, pero también habría que cambiarle la dirección, de mecánica a hidráulica, lo que también es costoso”.

“La última reparación que se le hizo a esta máquina, que fue del motor completo, en vez de dejarla mejor, la empeoró y nos cobraron entre cuatro y cinco millones de pesos. Si hubiese sido un verdadero mecánico, con los ajustes correctos, tendría para funcionar cerca de diez años más”, concluyó.

Desde la 2ª Compañía aún tienen esperanza que la querida y admirada “corchetera” apague los últimos incendios antes del retiro. ¿Será posible?