9ª Compañía cumple 58 años: una historia llena de sacrificio, ayuda social y ganas de seguir creciendo
El director de esta unidad, Julio Díaz, se refirió a los orígenes, presente y futuro de la compañía, donde ya notificó que sus labores en la jefatura durarán solo hasta el 31 de diciembre. “Los jóvenes deben estar en el podio”, comentó.
En dos ceremonias, una privada (lunes 1 de agosto) y otra pública (sábado 6), la 9ª Compañía del Cuerpo de Bomberos Metropolitano Sur conmemorará sus 58 años de vida. Y lo hará mirando un heroico pasado, plagado de esfuerzo y ayuda comunitaria, y visualizando un futuro lleno de planes que esperan concretar en el mediano y corto plazo.
De eso y más nos habló el director de esta unidad, Julio Díaz, quien parte narrando que “el 1 de agosto de 1964 se creó la 4ª Compañía de La Cisterna. Primero fue la ‘Brigada José María Caro’, en la que un grupo de hombres empezó a batallar para tener una Compañía. Había muchas casas de material ligero, luego de que se formara la población en los años ’60, y que se generaban varios incendios”.
“Pasaron unos años, hasta que en 1970 fueran reconocidos por La Cisterna como unidad. Fue harta y arduo el trabajo para que nos tomaran en consideración. Les pidieron una tarea inmensa y la cumplieron. Y de ahí para adelante, luego vino la fusión con San Miguel, pasamos a ser la 9ª”, añadió.
El Oficial habla con cariño de su barrio, “comuna dormitorio que no tiene grandes recursos. Por lo tanto, los bomberos no tenemos grandes recursos de fábricas o empresas. No hay. Solo tenemos los recursos de la gente, del “tarro”. Gracias a eso hemos podido sobrevivir, porque los vecinos se portan muy bien. No tenemos ningún problema, vez que armamos una campaña económica, nos apoyan. Y hay que seguir viviendo así, dado que de otra manera no podemos subsistir”.
En un contexto institucional, el Director Díaz sostiene que “estamos en un tránsito hacia la modernización. Hemos logrado avanzar bastante si uno mira 30 años para atrás, ya sea en equipamiento -junto con el Cuerpo-, las máquinas y los sistemas de rescate que antes no teníamos. No podíamos tomar la presión o ver una taquicardia. Hoy día si lo podemos implementar. Los carros bomba están preparadas para cumplir cualquier emergencia, sea de incendio o de personas que se desmayan en la calle. Los equipos están”.
“Cada día esto evoluciona, muy rápido. Una cosa que sirve hoy, mañana ya no sirve. Ahora vale un millón de pesos, pero mañana cuesta dos millones, pero es otro aparato más moderno que aquel. Y los bomberos tenemos eso de que, si un casco no nos gustó y nos costó 300 mil, tenemos que comprar el de 500 mil, porque es más liviano. Y así. Afortunadamente, con los pocos recursos que tenemos hemos ido creciendo”, agregó.
Pero hay elementos que faltan. Don Julio indica que “nuestro cuartel no está de acuerdo con las exigencias. No tenemos guardia femenina y no están las condiciones, aunque la idea es avanzar en la construcción”.
“Ese es el desafío, tener un segundo piso con una sala con guardia femenina. Lamentablemente, el estallido social y la pandemia provocó que se fueran abajo esos proyectos, como pasó en todo el país y no solamente los bomberos. Pero ahí estamos, esperando que solucionemos todo esto y podamos crecer hacia arriba”, manifestó.
Para terminar, el Director de la 9ª Compañía destacó la participación de los nuevos voluntarios. “Afortunadamente, este año han entrado bastantes jóvenes, que no se había dado; siete brigadieres muy buenos se convirtieron en bomberos. Ahora, lo bueno es que entraron cinco brigadieres. Pero igual somos pocos, 55 bomberos en total, aunque los que rondamos y venimos al cuartel somos unos 30. Los demás son Honorarios y viejitos que ya se fueron”, dice con serenidad.
“Me deja tranquilo el que tengamos buena gente y preparada en todo sentido. Y por mi parte, advertí todo el año que dejo la dirección de la Compañía el 31 de diciembre de 2022. Tienen que salir los jóvenes adelante. Uno ya es veterano de guerra y no quiero enclaustrarme en esto. Los jóvenes deben estar en el podio para que defiendan y afronten las consecuencias de una jefatura de unidad. Ya está decidido y hablado con mi señora. No sigo. Eso sí, estoy puliendo algunos jóvenes para que empiecen a tomar el ritmo y tiren para arriba, porque llego hasta fin de año no más”, concluyó Julio Díaz.
Como para que se vaya armando la despedida…
