La pasión por ser bombero no tiene edad

25Ago 2022

Francisco López, bombero y estadístico de la 1ª Compañía, fue destacado en un instructor de la Academia Nacional de Bomberos (ANB) por el esfuerzo desplegado a sus 66 años durante el último curso de control de incendios.

El sábado 20 y domingo 21 de agosto, en la Academia Nacional de Bomberos (ANB), se efectuó el exigente curso de Control de Incendios. Una vez terminada la actividad, el instructor José Horta Meneses se dio tiempo para destacar a uno de los alumnos, Francisco López de 66 años, actualmente estadístico de la 1ª Compañía.

“Si bien no fue el más rápido, ni el mejor pitonero, ni cosas por el estilo, nunca recibimos una queja por su cansancio. Nunca alegó y siempre trató de aportar dentro de lo que podía, a veces, superando el estrés de la situación. Al final de la jornada, nos enteramos de que luego de haber superado un cáncer sigue tratando de ser un aporte a la institución. Gente como don Francisco nos hace falta en la institución. Mis respetos y admiración para este bombero”, escribió el instructor en su cuenta personal de Facebook, lo que fue respaldado por diversos comentarios e interacciones de bomberos de todo el país.

“Quiero agradecer las conceptuosas palabras que me ha dedicado el equipo de instructores E4 de la ANB. Valoro mucho sus enseñanzas y su profesionalismo. Me integraron al trabajo como uno más y yo quise responderles trabajando duro para aprender y aprovechar la oportunidad de superarme y ser mejor bombero”, nos dice el bombero Francisco López, quien añade que “el curso de me dio la oportunidad de integrar un equipo de bomberos de diversas compañías, con los cuales trabajamos esforzadamente para lograr los objetivos propuestos”.

“Yo fui sólo un eslabón más en la consecución del propósito, el cual ciertamente tomé con mucho entusiasmo, pero también con mucha seriedad y responsabilidad. El curso de Control de Incendios corresponde a la malla profesional de Bomberos, donde se deben aplicar los conocimientos adquiridos en todas las etapas del proceso formativo. Sin duda tiene sus exigencias y es esperable que así sea, pues tenemos que estar preparados por si las circunstancias nos llevan tener que actuar en alguna situación compleja”, explicó el Bombero Primero.

Lo llamativo del testimonio de Francisco es que su historia bomberil, que no es muy extensa como uno imaginaría, está plagada de convicciones. “Desde muy niño tuve una especial admiración por el trabajo de esta institución, la que me llevó a integrarme a la Brigada Juvenil de la 2ª Compañía de Bomberos de Ñuñoa a muy temprana edad. En ella adquirí mis primeros conocimientos sobre el actuar en emergencias”, rememoró.

Al poco tiempo se integró a dicha Compañía como bombero voluntario. “Sin embargo, el destino me envió por otros caminos y me alejé del servicio bomberil, pero siempre consciente de que algún día tenía que volver, oportunidad que se dio hace algunos años cuando me acerqué a la 1ª Compañía de Bomberos del CBMS. Ahora tenía el tiempo como para poder dedicarme responsablemente”, prosiguió.

“La 1ª ahora es mi casa. Fue ahí donde me abrieron las puertas y comencé mi proceso formativo, que, en cierta forma, culmina con la consecución del logro de ser Bombero Profesional. Digo en cierta forma, dado que en toda la dinámica siempre el bombero se está perfeccionando, para así llevar el mejor servicio posible a la comunidad”, enfatizó Francisco López.

“Ser bombero es una vocación que tomo con mucha pasión y entusiasmo. Ser bombero es un honor. Ser bombero es un trabajo voluntario que hacemos con amor para ayudar a los demás. Ser bombero de la 1ª Compañía es un privilegio”, concluye con orgullo este fiel representante del lema de su compañía, que es “Patria y Honor”.