Él es Ángel Chomalí: el bombero del CBMS que donó tres parcelas para los bomberos del Maule
Su historia se remonta a 1955, año en el que ingresa a la 1ª Compañía de Bomberos de San Bernardo. En paralelo, su hermano Felipe, se suma a la 3ª Compañía de Bomberos de Linares, donde también sirvió. Años después se sumó a los bomberos de San Miguel, cuando eran la 1ª Compañía.
El pasado 29 de agosto, el Bombero Honorario la 3ª Compañía “Bomba San Miguel”, don Ángel Chomalí Sugbi, entregó en donación un terreno de diez mil metros cuadrados que será usado para la construcción de la 9ª Compañía de Bomberos de Curicó.
El predio está ubicado en el sector de Los Cristales, en Zapallar. No se trata de la conocida comuna costera de la región de Valparaíso, sino que es una localidad que se encuentra al oriente de Curicó, en la región del Maule.
Conversamos con don Ángel, quien nos comentó que “hay una donación para la Conaf, que es una parcela para hacer prácticas y estudios. Y lo otro es otra parcela para que el Cuerpo de Bomberos de Curicó tenga su cuartel y, además hagan academia, ejercicios generales y prácticas. Si quieren la pueden vender para adquirir otro terreno en un sitio más barato. Eso lo tienen que ver con los corredores de propiedades”.
“Si Dios quiere, la 9ª Compañía de Bomberos de Curicó en pocos meses va a estar lista. El señor Superintendente, Jorge González, está feliz con la idea… lo que pasa es que en Curicó es muy difícil cruzar al sector Oriente. Entre 10, 15 y 20 minutos se demora un carro bomba en llegar, incluso con la sirena encendida. De hecho, ha habido siniestros donde las casas se han quemado totalmente”, lamenta, aunque también destaca que “hay gente de muy buena situación económica que podría perfectamente colaborar. Ya se han hecho reuniones importantes, donde se inscribió gente para ayudar”.
En concreto, tras al anuncio de la donación del terreno, el alcalde de Curicó, Javier Muñoz, anunció la formación de una mesa de trabajo para avanzar en la construcción de las instalaciones.
La historia de Ángel Chomalí se remonta a 1955, año en el que ingresa a la 1ª Compañía de Bomberos de San Bernardo. En paralelo, su hermano Felipe, se suma a la 3ª Compañía de Bomberos de Linares, donde se transforma en Superintendente durante siete años.
“Él dejó el Cuartel General de Bombas totalmente terminado. Era un personaje importante en Linares. Se reunía en el Club de La Unión con un montón de gente y cada vez que le preguntaban por los bomberos, él decía ‘van a tener que ayudarme’. ‘Es que los negocios están muy malos’, le respondían. ‘Pero puede hacer una letrita’, insistía. ‘Ah, bueno, si es una letrita, no hay problema’. Y así conseguía los recursos”, rememora el empresario.
“Después yo estuve en Linares y años más adelante (el 9 de noviembre de 1989) ingresé a la 1ª Compañía de Bomberos de San Miguel, que ahora es la 3ª ‘Bomba San Miguel’ del Área Metropolitana Sur, donde pertenezco hace 32 años, 10 meses y algunos días. En esos tiempos había mucha rivalidad entre las Compañías, pero una vez un bombero de apellido Forsite me dijo que esto de los números de las Compañías no es más que un símbolo que reúne gente con los mismos ideales”, añade.
Respecto a su forma de ver la vida, Chomalí manifestó que “nosotros somos de origen palestino. Y cuando mi padre llegó a Chile fue muy bien recibido por este país, que tiene gente muy trabajadora. Los árabes siempre fueron trabajadores y de mucho esfuerzo también”.
“Fruto de ese sacrificio he logrado tener una buena situación, pero no quiero ser el más rico del cementerio. Ya tengo 83 años. Muchos no tienen la oportunidad de poder donar. Yo tengo la oportunidad y lo hago. Hace años que tenía deseos de hacer una donación por las necesidades que tiene el Cuerpo de Bomberos de Curicó. Es algo que surgió de manera espontánea”, aclara.
A don Ángel no le gusta hacer ostentación. “Soy una persona sencilla. Por eso soy bombero hace tantos años. Toda la vida me ha gustado servir a los demás. Mi padre me inculcó el cariño hacia la patria. Por eso quiero donar otro terreno, para crear la primera iglesia internacional de Chile, una iglesia grande donde todas las religiones, católica, evangélica, presbiteriana, mormona, etc., puedan entrar y tener sus propias sacristías, porque para mí todas las religiones son buenas”, concluyó.
